Gipuzkoa irudikatuz

Egun on. Gai hau eztabaidatzeko oso orokorra iruditzen zait. Beraz nik gaia zehaztu nahiko nuke. Egia da elikadura osasunarekin lotuta dagoela? "Somos lo que comemos"? Edo agian zenbait gaixotasun jasatea zorte kontua da eta elikadurak ez du zerikusirik?

Nire ustez ez da zorte kontua, bizitzan zehar kontsumitu ditugun elikagaiek gero efektuak dituzte gure gorputzean.

Bestalde, informazio falta dugula pentsatzen dut. Adibidez, badakigu alkohola, gozokiak eta abar oso txarrak direla gure osasunerako, baina zenbateraino? Hau da, horiek kontsumitzeko garaian badakigu kalte egingo digutela, baina pentsatu ohi dugu "gutxi batzuk jateagatik ez da ezer gertatzen". Jakingo bagenu zenbat substantzia kaltegarri dituzten gure gorputzerako, seguraski horiekiko kontsumoa jaitsiko litzateke.

Egun on, Irati. Nik uste dut osasunarekin berebiziko lotura duela elikadurak. Alegia, jaten dugun garela hein batean. Hala ere, kontuan hartu beharreko beste hainbat faktore erreparatu beharko genituzke honekin batera.

Es cierto que aunque el taller se llame Bienestar, salud y cuidados, en general nos hemos centrado más en la salud mental. Algo lógico viendo el aumento del índice de suicidios y el índice de estrés y depresión, sobre todo en los jóvenes. Pero muchas veces, se habla de salud mental como algo muy lejano, difuso o muy abstracto en lugar de "problematizar" el problema en busca de soluciones. Estos talleres son muy útiles porque en lugar de criticar y buscar soluciones "rápidas", se paran a pensar determinadamente cuál es el problema, si es medible, etc.

Hola, soy Sara y soy estudiante de psicología de la Universidad del País Vasco.
Desde mi punto de vista, el tema elegido para el debate me parece muy necesario de modo que nos ayuda a plantearnos cómo será la sociedad en un futuro y de esta manera, si nuestras acciones actuales nos llevarán hacia un punto o hacia otro. Por ello, creo que nos permite abandonar nuestro foco desde el que vemos nuestra realidad, y de una manera más alejada y con otra perspectiva, observar nuestros comportamientos y hacia dónde estamos dirigiendo nuestros pasos como sociedad.
Asimismo, tal y como expresé en ambas sesiones de este taller, creo que en muchos aspectos hemos avanzado como sociedad, teniendo mucha más información en nuestro poder y haciendo uso de ella para poder conocernos como personas(educación emocional, importancia de la salud mental...).
Sin embargo, al igual que esto nos ha aportado una mayor conciencia sobre nosotros mismos, considero que en gran parte nos hemos descuidado como sociedad.

En esta misma línea, considero que en muchas ocasiones olvidamos que somos seres sociales y debemos convivir con los demás. Creo que tal y como comentamos en los debates, vamos por la sociedad sin mirarnos los unos a otros, sin conseguir ver que detrás de cada persona hay mucho más de lo que imaginamos. Es decir, pasamos los días rodeados de personas aparentando que todo está bien y sin involucrarnos demasiado los unos con los otros, sin tener en cuenta que todos tenemos un mundo interior que debe ser tenido en cuenta.
Por ello, a pesar de los avances que considero que hemos logrado, creo que nos queda mucho trabajo por hacer y sobre todo, llevar a cabo unas actitudes de conciliación, compasión y aceptación hacia los demás y hacia nosotros mismos. Esto, considero que se logrará cuando todos entendamos que somos parte de una misma sociedad que debe aprender a vivir consigo misma y su alrededor.
Por ello, espero que para 2030 hayamos entendido la necesidad de trabajarnos como personas.

No obstante, me gustaría destacar que tengo confianza y esperanza en el avance de las personas y de la sociedad en términos generales.
De hecho, antes era impensable hablar sobre salud mental o tener en cuenta todo lo que es capaz de generar nuestra cabeza. Sin embargo, ahora desde pequeños se emplean términos como la educación emocional, el autocontrol, la autoestima... Considero que no hay otra vía para avanzar que no sea educar a las generaciones siguientes y reeducarnos como sociedad. Por ello, me siento muy orgullosa de que cada vez las personas jóvenes sobre todo, sean capaces de hablar sobre su estado, cómo se encuentran y que estos temas sean cada vez más un debate del día a día.
Asimismo, considero que estos talleres hacen que nos planteemos los avances que ya se han realizado y todos los que quedan por venir, por lo que creo que es una gran propuesta y espero que dé sus frutos.
Por ello, comentar que disfruté mucho de las sesiones y espero que se realicen más.

Mi propuesta está dirigida a promover el bienestar emocional de las personas individuales. A día de hoy, es casi imposible pensar en alguien totalmente sano mentalmente y creo que es de suma importancia que cada individuo llegue a desarrollar una percepción positiva de sí mismo. Concretamente y situándome en la actualidad propongo ser más precavidas y precavidos con las redes sociales y con la pornografía con el fin de cuidar la mente desde una edad temprana.
Teniendo en cuenta que es necesaria una colaboración multisectorial para el progreso social, propongo que la sección que se encarga del bienestar de las personas tenga en cuenta la representación de los jóvenes y las jóvenes. A pesar de que desconocemos información que un especialista conoce, creo que tenemos algo importante que aportar a la mejora del nuevo mundo, nosotras y nosotros tenemos la experiencia de lo que conlleva crecer en esta realidad.

El “enfoque de las capacidades” de Nussbaum aboga por una igualdad de oportunidades para todas las personas y creo que es un pensamiento útil para lo que me gustaría proponer aquí. Martha explica que todas las personas nos merecemos vivir una vida digna y afirma que incluso cuando alguien no se cree merecedora de un derecho se le debe conceder dicho derecho. Digo esto porque creo que la mayoría de la gente desde los 8 a los 30 años (sobre todo) vive alienada con la cantidad de imágenes y sonidos que tiene que ingerir a diario. Me refiero, por una parte, a las vidas y cuerpos perfectos que se nos muestran en las redes sociales, y, por otra parte, a asociar una idea de la intimidad sexual con la violencia que refleja la pornografía, que además, es accesible a todos los públicos.

Son dos factores considerablemente influyentes en la mentalidad que abarca la sociedad actual. Por eso propongo ofrecer a las personas la capacidad de liberarse de vivir bajo esa falsa realidad. Para ello, como comienzo y propuesta arriesgada considero oportuno que las personas que hayan salido de ese alienado mundo recalquen públicamente porqué es necesario deshacerse de un estilo de vida que promueve imágenes catastróficas de la humanidad, además de negligentes valores y desigualdades de género, entre otras cosas.

La salud reproductiva es imprescindible en una sociedad basada en el bienestar, y debe ser central de cara a la creación de un futuro justo e inclusivo. Este derecho, que se ha confundido con un debate demasiadas veces, es la puerta a la libertad real de las mujeres y personas con vulva, cuyas oportunidades de elección han sido negadas históricamente en todas las sociedades patriarcales del mundo. Desde el derecho al aborto hasta la accesibilidad de métodos anticonceptivos baratos y seguros, la autogestión de la capacidad procreativa es vital para que todas las personas puedan decidir sobre su futuro de una manera informada y libre. Esta salud reproductiva debe pasar por todos los sectores de la sociedad, sin discriminar clases o identidades de género, y debe responder a unos mínimos globales.

Hola! Soy Pablo Vázquez y vengo a reflexionar sobre cómo veo imposible llevar a cabo una implicación social para acabar con la desigualdad mundial que existe.

Clara es la desigualdad existente entre distintas personas o familias. Estas desigualdades se materializan de muchas maneras (económicamente, políticamente, socialmente).

En los vídeos propuestos en clase, Carlos Mataix habla de una implicación para innovar y beneficiar a la gente, insistiendo que es complicado llevarlo a cabo (o al menos eso he entendido). Aunque creo que este paso es dificilísimo de hacer, puede suponer un cambio en el mundo. Lo veo complicado porque muchas personas no estarían dispuestas a cambiar su modo de vida por uno más modesto.

Veo esto muy claramente en la sociedad estadounidense, también en las europeas pero de una forma menor; en EEUU el consumo exacerbado o sobreconsumo son muy comunes. ¿Cómo se realizaría este cambio para Mataix?

El brindar herramientas emocionales en la infancia pasa por que tengan un entorno que les brinde esas herramientas (familia, colegio, plataforma social), y que les sea posible aplicarlas. El discurso teórico muchas veces se pierde a la hora de la aplicación práctica, y esto se debe a la asunción de iguales circunstancias. “Brindar herramientas emocionales” suena como algo sencillo. Coges una herramienta, y se la enseñas a un niño/a. Sin embargo, convivimos en una "globaldemia de desigualdades" -concepto tomado de San Salvador-, en la que la realidad de cada menor, incluso sin salir de nuestro barrio, es distinta y desigual. Si queremos brindar una herramienta, debemos ser conscientes de la realidad específica de cada niño/a para así discernir qué aspectos son internos (y dependen del aprendizaje) y cuáles son externos (y no dependen del menor en sí). Es sobre estas últimas sobre las que se debería actuar, de manera complementaria, para que las herramientas sean efectivas.

La pandemia ha arrojado luz sobre varias problemáticas que han permanecido en gran medida invisibilizadas y silenciadas durante un extenso periodo de tiempo, como, por ejemplo, la cuestión de la salud mental. Sin embargo, en la actualidad, la salud mental sigue siendo un tema tabú que generalmente se relega al ámbito privado. La sociedad está en constante evolución y nos enfrentamos a nuevos cambios que alteran nuestras vidas cada día. No tenemos tiempo de asimilar todas estas novedades y nos vemos afectados emocional y anímicamente. En lugar de compartir esta sentimiento de ahogo, nos encerramos en nosotros mismos y llevamos un problema que es político a lo personal, lo que contribuye a agravar la situación de salud mental. Al agravarse ésta, también se ven afectados otros aspectos de la vida, lo que podría denominarse como una “desventaja corrosiva”, siguiendo el término que la filósofa Martha Nussbaum recoge de Jonathan Wolff y Avner De-Shalit.

Convertir la salud mental en prioridad política es necesario a día de hoy. El poder tener capacidades emocionales (Nussbaum) es un derecho que todo ser humano debería de tener, y que cada vez menos personas tienen. La salud mental global cada vez va a peor y su vez la atención psicológica es cada vez menos accesible. La sociedad emergente se enfrenta a la “necesidad de garantizar el derecho universal y gratuito a la salud, frente al riesgo de la privatización” (San Salvador). Esta privatización de la salud mental la ha convertido en parte del mercado donde el paciente se transforma en cliente. Tenemos que hacer frente a la capitalización del sufrimiento y a la deshumanización de las personas con problemas psicológicos.

Vivimos en una época donde el concepto “salud mental” está más presente que nunca, pero parece que desde el ámbito médico se le sigue sin dar la importancia que merece. Pues las mujeres gordas, con las que comparto mi vida, me siguen contando historias aterradoras cada vez que vuelven de la consulta médica.
Por resumir: la mayoría de las veces, sea cual sea la enfermedad, la culpa es de su peso. Y, aunque bien el sobrepeso es una condición que hace que aumente el riesgo de otros problemas de salud, parece que nadie entiende que “puedes cuidar tu salud al controlar tu estilo de vida, aun si no puedes perder peso” (Ted, Sandre Aamondt).

El tema de la salud mental es el tema por excelencia, pequeña prueba de ello es que es el debate más comentado aquí, con bastante diferencia de los demás. Como bien dice Anabel Vergara en el vídeo, ha habido un déficit importantísimo en la atención a la salud mental. Es algo paradójico porque estamos en la época en la que más se está hablando de salud mental, pero las infraestructuras, sobre todo públicas, cada vez están peor. Entre otras cosas, listas de espera larguísimas y ratio de psicólogos públicos por habitante irrisorio, que nos deja muy por detrás de la media europea. Pasa lo mismo que con la salud física, pero con la salud mental es más especial todavía porque aun estábamos en un proceso de concienciación y de romper el tabú. Quizás soy un poco optimista, pero creo que ya hemos roto ese tabú y se está hablando mucho de salud mental. Que la parte de la concienciación está muy avanzada y ahora lo que falta es un compromiso político fuerte por políticas públicas de salud mental.

Para abordar la crisis de salud mental actual hace falta un enfoque integral, compasivo y comprensivo. Para empezar, es prioritario desestigmatizar los problemas de salud mental, fomentando la empatía y comprensión en una escala social. De esta forma, los ciudadanos buscarán ayuda psicológica sin temor a juicios. Aparte de esto, es esencial invertir en la educación y concienciación de la salud mental desde una edad temprana y como es debido. En cambio, a nivel institucional, los gobiernos deberían de asignar los recursos adecuados para la atención de la salud mental y garantizar que los servicios sean lo más universales posibles. La telemedicina y la tecnología podrían desempeñar un papel crucial (sobre todo hoy en día) en ampliar el acceso a la atención. A su vez, es de vital importancia conseguir mantener un equilibrio estable entre trabajo y vida personal, teniendo en el mundo laboral condiciones ideales, y manteniendo una gruesa barrera psicológica entre el trabajo y el hogar.

Las generaciones que hemos crecido simultáneamente con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación y, por ende, las redes sociales, hemos moldeado nuestro conocimiento e identidad de una manera drástica y completamente desconocida hasta ahora. Esta inmersión total en Internet desde temprana edad ha resultado en que hayamos adquirido una segunda educación de manera no intencionada y, por supuesto, desordenada; una educación de la que ni nosotros ni nuestros adultos fuimos plenamente conscientes y que, de alguna manera u otra, ha repercutido en cómo nos autopercibimos, como lo afirma San Salvador: "los medios de comunicación y las redes sociales se han convertido en agentes educativos de primer orden".

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Al hablar de salud mental, bienestar y el cuidado cada vez resulta más complicado negar la naturaleza estructural propia que reside en los problemas aquí presentes.
Problemas, que desde mi punto de vista superan la capacidad práctica real de mejora, siempre y cuando la mejora consista únicamente en la normalización del problema y su "cura" mediante la reforma a nivel de servicios. Es decir, en la medida en el que el problema reside a nivel integral la solución también debe incidir integralmente. Con esta afirmación no pretendo subestimar, ni mucho menos los avances o progresos dados, como puede ser la desestimación respecto a la salud mental. De todas formas, cada vez resulta más difícil negar que el núcleo del problema abarca la cotidianidad y la forma reproductiva de las vidas y las capacidades desarrolladas, en un contexto en el que la proletarización de una mayoría es cada vez más inminente, y la tecnologización y el sobreestímulo marcan el compás de nuestro día a día.

Geure bizia nahiko erosoa dela diogu gainerako lurralde azpigaratuekin alderatuz gero. Teknologia berriek gizarte “zibilizatuago” baten itxura ematen lagundu digute, eta egia da haiei esker zenbait hobekuntza izan ditugula. Osasungintzari erreparatuz gero, argi eta garbi atzeman dezakegu urte batzuk atzera egin ahala, argi izpirik aurkitzen ez genien milaka arazori konponbide bat eman diegula edota, gutxienez, zenbait gaixoitasun sendatzeko aukerak esponentzialki hazi direla. Alabaina, teknologiak ekarri dituen onurak besterik ez aipatzea, ez da zilegizkoa; izan ere, txanponaren beste aldean aurkitzen diren eraginek geure gizartean ondorio nabarmena izan dute.