Comunidades vivas

En Gi2030, de manera paralela a la Comunidad de Aprendizaje y Práctica (CAP), hemos llevado a cabo entrevistas en profundidad con agentes clave del tercer sector en Gipuzkoa. A través de la metodología de escucha del Agirre Lehendakaria Center (ALC), hemos sintetizado los hallazgos en tres perfiles o arquetipos. No son representaciones individuales, sino relatos compartidos que emergen de la práctica cotidiana del tercer sector, en la intersección entre cultura, asociaciones y academia. No aparecen en grandes titulares, pero contienen claves para pensar el presente y el futuro de lo comunitario en Gipuzkoa. Es como si tres bertsolaris hubieran subido al escenario a improvisar colectivamente sobre los retos del tercer sector.

Josune, dedicada a la revitalización cultural desde lo local, encarna la preocupación por una desafección creciente: observa cómo la militancia sostenida que caracterizaba a generaciones anteriores se diluye en prácticas más puntuales, a menudo con un carácter lúdico más que comprometido. Este fenómeno ha sido categorizado como un reto de prioridad medio-alta en el sistema de escucha de ALC. Josune se aferra, sin embargo, a una oportunidad estratégica: el valor de las redes colaborativas como multiplicadoras de impacto y contención emocional, también identificadas como una oportunidad prioritaria. La amenaza es estructural y emocional: la inestabilidad organizativa –junto con el desgaste personal– deja a muchas personas desbordadas. Pero lo que Josune pone sobre la mesa es una clave de regeneración: sostener lo pequeño como acto político, como resistencia.

Aitziber, que trabaja con jóvenes a través de prácticas culturales, insiste en que toda transformación comienza en la imaginación. Para ella, los talleres culturales son espacios para sembrar autoestima, reconocimiento y nuevas posibilidades de ser. Su lucha es contra la instrumentalización de la cultura, un reto detectado también por ALC como de prioridad media, y contra una invisibilidad institucional que impide el arraigo de propuestas pedagógicas transformadoras. Frente a eso, apuesta por dos oportunidades: las pedagogías transformadoras y la coordinación con escuelas y redes educativas, ambas con un potencial medio-alto para catalizar procesos de cambio sostenido. Su reto no es menor: demostrar que la cultura no es un “adorno” ni un “recurso”, sino un terreno fértil para lo político, lo emocional y lo social.

Jokin, profesor universitario, lanza una advertencia que atraviesa muchas capas del sector: la colonización del lenguaje del impacto por parte de la lógica del rendimiento y la productividad. Este fenómeno ha sido registrado por ALC como uno de los retos más prioritarios (corto plazo, alta prioridad). En su diagnóstico, el problema reside en que se nos pide medir sin saber con claridad qué queremos transformar, y esa presión vacía de sentido la investigación sobre el voluntariado, alejándola de la sociedad. Su propuesta es doble: recuperar tiempo y sentido a través de nuevas metodologías que conecten con el territorio y restituyan el valor social del conocimiento. Aquí aparece otra oportunidad importante: la apertura a nuevas formas de impacto y el impulso a una contribución metodológica desde la universidad, ambas categorizadas como de prioridad medio-alta.

Estos tres arquetipos —Josune, Aitziber y Jokin— no están solos: sintetizan un conjunto más amplio de temas y voces recogidas en esta fase de “escuchar al colectivo”, que concluye con la 5ª sesión de nuestra CAP. Sus relatos, distintos pero entrelazados, nos sitúan ante un momento de transición, donde el reto ya no es simplemente hacer más, o implicar a más agentes, sino hacer con sentido. Un momento en que las amenazas —la desafección, la lógica instrumental, la desconexión estructural— reclaman respuestas que no vendrán de recetas técnicas, sino de una escucha profunda, una imaginación renovada y una apuesta colectiva por la comunidad.

Los retos con mayor prioridad detectados han sido:

• La colonización por la lógica del rendimiento (corto plazo/alta prioridad).

• La inestabilidad emocional y organizativa (media/alta).

• La pérdida de militancia (media/alta).

Oportunidades con capacidad de respuesta:

• Las redes colaborativas como multiplicadoras.

• Las pedagogías transformadoras.

• La coordinación con centros educativos.

• La apertura a nuevas formas de impacto y metodologías.

Ante retos y oportunidades como estos, parece claro que no nos faltará qué hacer. En julio continuaremos preparando el curso que viene y luego tocará descansar. Pero antes queremos agradecer muy especialmente su ayuda al equipo entrevistador (Leire Lison y Goizane Mendia) y al de ALC (Mikel Álvarez), así como a todas las personas entrevistadas. Sin su testimonio, este relato coral no sería posible.