Imagina Gipuzkoa

Zientzia ona galdera onekin hasten da. Aipu interesgarri bat Otto Scharmer-en esperientzia batetik:

"Johan Galtung bakeari buruzko ikertzailearekin bidaiatzen eta lan egiten nuen bitartean, ikusi nuen hitzaldi baten ondoren galderak egiten zizkiotenean, zerbait zirriborratzen nuela bere koadernoan, erantzun aurretik. Zer idazten zuen galdetu nionean, esan zidan galdera interesgarri bat egiten ziotenean lehenik eta behin idatzi egiten zuela –ez bere erantzuna, galdera baizik–, bestela ekarpen garrantzitsu hori ahaztu ahal izango zuelako. Galdera onak, esan zidan, zientzia ona egiteko lehengaia dira."

Pasartea: Scharmer, C. Otto. “Teoría U: Liderar desde el futuro a medida que emerge (Spanish Edition)”. Apple (Books). 2016.

Varios de los miembros de un grupo del taller del 21 de febrero nos centramos en el suicidio y coincidimos en que la Medicina no debería tener un papel principal en los tratamientos psicológicos. Dejo aquí la referencia de la revisión sistemática más completa hecha hasta la fecha que muestra que no hay evidencias de que la depresión esté causada por unos niveles bajos de serotonina y que, en todo caso, el uso prolongado de dichos medicamentos lleva a una disminución del neurotransmisor. De esto se puede deducir que los antidepresivos no son un medicamento apropiado en el tratamiento de la depresión y que el uso prolongado de estos empeora la depresión, llevando a ideaciones suicidas.

Moncrieff, J., Cooper, R. E., Stockmann, T., Amendola, S., Hengartner, M. P., & Horowitz, M. (2022). The serotonin theory of depression: a systematic umbrella review of the evidence. Molecular Psychiatry. https://doi.org/10.1038/s41380-022-01661-0

Egun on, esan beharra daukat teknologia garatzen doala eta horrek ondorioak ekartzen dituela. Azken finean, teknologia berriak garestiak dira eta gainera, ingurumenarentzat e dira oso aproposak. Nire iritziz teknologia berri bat sortzeko baldintza batzuk egon behar dira eta ingurumena asko kutsatuko balukete hoberena da aurrera ez eramatea.

La innovación tecnológica ha tenido un impacto profundo en nuestra forma de vida y en la forma en que hacemos negocios en la actualidad. Anteriormente, éramos quienes dirigíamos la tecnología, pero ahora somos guiados tanto por la tecnología misma como por los clientes, quienes, como inversores en tecnología, tienen un poder significativo en la dirección que toma la misma.

Hola, soy Sara.
En relación a los avances tecnológicos que hemos realizado como sociedad, creo que como todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Entre ellos, considero que los avances nos han aportado una mayor rápidez y facilidad a la hora de trabajar, comunicarnos y desarrollarnos como sociedad pudiendo obtener cualquier tipo de información en cuestión de segundos con una búsqueda en internet.
Por ello, creo que lo que antes nos costaba un gran trabajo, ahora lo podemos tener con un simple desbloqueo del teléfono móvil.
Esto, evidentemente nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo, pero a la vez creo que tiene su parte negativa.
Como sociedad, nos estamos acostumbrando a estas facilidades, a no tener que realizar un esfuerzo por casi nada en términos generales, debido a que lo tenemos al alcance de nuestra mano.
En comparación con las generaciones anteriores, estamos creando una sociedad mucho más cómoda (esto en ciertos aspectos es positivo y demuestra los avances como sociedad.

Sin embargo, esto puede volverse en nuestra contra, ya que cada vez vamos a estar más acostumbrados a no tener que realizar ese esfuerzo.
No digo que tengamos que volver a la vida que vivieron nuestras generaciones anteriores, pero sí que considero que no deberíamos de perder de vista de dónde venimos y tener en cuenta todo por lo que la sociedad ha pasado hasta llegar aquí.
Por ello, creo que debemos de tener una visión crítica con las tecnologías, sabiendo que haciendo un uso responsable e intentando sacar su lado positivo, pueden tener unas ventajas innumerables, pudiendo obtener mucha información y formarnos a nosotros mismos.
Sin embargo, no debemos olvidar que hacer un mal uso de ellas puede ser muy peligroso y puede traer muchos inconvenientes a las personas.
De este modo, creo que debemos actuar con responsabilidad como sociedad, conociendo las condiciones para un uso adecuado de las tecnologías que nos permita aprovechar sus ventajas.

De hecho, el otro día tuve una conversación con mi mejor amiga sobre los avances de la inteligencia artificial, concretamente el chat gpt.
Esto, llegó a preocuparme sobre cómo vamos a evolucionar como sociedad en este sentido. En relación a lo comentado al principio sobre el valor de las cosas y el esfuerzo por conseguirlas, creo que estos avances nos van a volver cada vez más vagos como sociedad. Por ello, creo que ciertos avances nos han aportado muchas ventajas pero hay algunos que sinceramente me preocupan sobre a dónde pueden dirigir a la sociedad.
Sobre todo, la normalización de este tipo de avances y de cada vez un uso mayor de las tecnologías.
Esto se puede apreciar sobre todo en los más jóvenes, dejando de lado rutinas o pautas que antes realizábamos constantemente, formando parte de los seres sociales que somos como jugar con nuestros amigos en el parque. Ahora, cada vez es más normal que se sustituya por pasar tiempo con tecnologías.
Por ello, este aspecto me preocupa mucho.

En mi aportación, me gustaría realizar una reflexión entre la salud mental y el uso de las nuevas tecnologías, más concretamente las redes sociales.

En los últimos años hemos podido ver una gran proliferación de estas últimas, siendo raro aquel o aquella que no hace uso regular de alguna de estas. Es aquí donde fijo mi mirada y visualizo un gran problema: El uso descontrolado de estas redes sociales desde edades muy tempranas.

Es triste ver como cada vez más niños y niñas entran y se enganchan a estas plataformas, diseñadas precisamente para eso, mantener la atención de sus consumidores/as el máximo tiempo posible.

Ziurgabetasun garai batean bizi omen gara. Roberto San Salvadorrek “Teoria del edredón” liburuan seinalatzen duen gisara, krisiak ezaugarritzen du orainaldia: krisi klimatikoa, krisi ekonomikoa, krisi soziala edo krisi kulturala hitz ezagunegiak zaizkigu. Ikus dezakegunez, ondoeza nagusi da gure errealitatea osatzen duten arlo gehienetan.

Egoera korapilatsua da, beraz. Hau da, arazoa ez da bakarra eta, beraz, soluzio sinple eta eraginkor baten ideiak zentzugabea dirudi. Susanna Tesconi filosofoak oso argi dauka aurrean ditugunak egoera problematiko konplexuak direla. Ondorioz, arazo hauek konpontzearen erronkak ezberdinak eta handiak dira, eta ez dago zuzenekoa eta argia izango den konponbiderik. Tesconiren ustez, kolektiboki egoeraren gainean “surfeatzea” besterik zaigu geratzen.

Estamos inmersos en una sociedad acelerada y el espacio para la espera está destinado a desaparecer. La cultura de la instantaneidad, emergida a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías, donde parece que todo aquello que queremos, podemos serlo o tenerlo en segundos, está ya instalada, en especial, entre los más jóvenes.

Sin embargo, nuestras experiencias no sólo se desarrollan en una dimensión digital, sino que lo hacen en una mucho más amplia que no sólo responde a la lógica del clic. Esta tensión entre el omnipotente mundo digital y nuestro mundo, subordinado a nuestra naturaleza finita y limitada, es la que nos está llevando a enfrentarnos con frecuencia a situaciones frustrantes. Ansiedad, depresión o estrés son algunas de sus consecuencias.

(Continuación del comentario en ‘Respuestas’)

¿Cómo vivir la intersección ciencia-tecnología-comunidades-de la innovación? Siguiendo a
Susanna Tesconi: de forma orgánica. Los modelos de innovación del solucionismo
tecnológico no siempre son compatibles con los problemas sociales. Así, ante la complejidad
de los problemas se incurre en un error de simplificación (soluciones meramente formales
que no activan prácticas sociales positivas). Luego, necesitamos construir constantemente
herramientas de forma colectiva, pues carecemos de epistemologías previas que permitan el
análisis óptimo de la realidad. Para ello, la ciencia ha de oponerse al capitalismo de
plataforma, de modo que un internet no monopolizado permita la interacción y la libre
circulación del conocimiento entre las distintas comunidades. Dentro del nuevo paradigma de
la tecnología de la información, la sociedad está condicionada por el soporte material de los
flujos de relación tecnológico. Así, se impone una nueva morfología social al poder de la
acción ciudadana.

Mostrando las problemáticas como hace Susanna Tesconi, yo también encuentro poco fiable la correlación entre evolución tecnológica y la idea de que algo bueno se aproxima.

Las nuevas generaciones, desde edades tempranas se resguardan en un mundo digital en el que construyen poco a poco una identidad neurótica presa de las redes sociales y su avatar virtual.

A falta de referentes (educadores en todas sus formas), tratan de buscar la verdad por sus propios medios y googleando, surfean entre enormes olas de información y desinformación que se presentan con tan solo un “click”.

Por si eso fuera poco, aunque acuden a los centros educativos, la inteligencia artificial llama a las puertas de su casa en horario no lectivo, y sin molestarse en crear su propio pensamiento crítico, la mente que está aún por desarrollar decide tomar la vía fácil y se suspira un “por fin, trabajo entregado”.
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¿Para qué pensar? Si ya está todo al alcance de nuestras manos. Y así, sin darnos cuenta, comienza a adormecerse todo nuestro potencial y nuestras capacidades, como diría Nussbaum. Siendo cada vez más dependientes de la tecnología y cada vez más deshumanizados, la falta de conciencia y responsabilidad hacia nosotros mismos como individuos capaces y hacia los demás no hace más que crecer desproporcionadamente.

Podría convertirse quizás la preservación de este modelo de vida tecnológico y digital a la larga, una preferencia adaptativa que no sea más que perjudicial para el desarrollo de nuestro verdadero potencial como seres humanos?

Quizás. Al fin y al cabo, no creo que la vida plena de un niño de 13 años, por ejemplo, sea quedarse ensimismado delante de una pantalla por horas sin siquiera ver la luz del día, aunque él así lo crea.
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Yo solo sé que teniendo tanta información a mano nunca hubo tanta desinformación. Teniendo todo al alcance nunca hubo tanta sensación de vacío. Teniendo tantas redes sociales interconectadas a nivel mundial nunca hubo tanta sensación de soledad y necesidad de aislamiento.

Quizás, con un modelo de educación más humanizado podríamos encontrar un prototipo de vida más equilibrado. Una educación que permita a los individuos desarrollar mayor autoconciencia. Una educación que fomente el desarrollo de nuestras capacidades. No solo en la esfera pública como en las escuelas o universidades; sino también en la esfera privada, en el propio hogar. Donde, desgraciadamente, son cada vez más las figuras paternas que se desentienden de su responsabilidad como educadores. Dejando a estas nuevas generaciones como barco a la deriva, que se va hundiendo poco a poco ante la vida.